"Los diez mandamientos de la belleza"

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA BELLEZA.

1) Amarás las hidratantes

Suave, lisa y luminosa, así debe lucirse la piel del rostro y el cuerpo. Los agentes atmosféricos, los malos hábitos y la oxidación impiden que esté siempre inmaculada e hidratada. La hidratación es uno de los pilares de la fortaleza, la salud y la belleza de la piel.
Recuperar la textura y el confort de la dermis implica un aporte de lípidos después del aseo personal que compense la producción natural de lubricante. Al igual que el rostro, la dermis del cuerpo, necesita productos que estimulen la renovación celular y rehabiliten las fibras de sostén.
Lo ideal es recurrir a hidratantes con activos anti-irritantes que sellen la humedad y refuercen la barrera cutánea.
El rostro requiere limpieza y tonificación diaria, más una hidratante adecuada a la edad y calidad de la dermis. "Si se maquilla es preferible que utilice bases y fluidos ricos que contienen lípidos que la protegen".

2) No tomarás los masajes en vano
El masaje activa la circulación sanguínea, proporcionando oxigeno a los tejidos, combate el estrés, relaja la mente y al friccionar la dermis se ayuda a eliminar células muertas.
Encontramos masajes para cada necesidad: espiritual -relajante, energizante o que busque el equilibrio, otro terapéutico -drenante y que elimine las contracturas, o bien de belleza -antienvejecimiento, hidratante o que aporte luminosidad.

3) Santificarás los sueros
Ricos en principios activos, los sueros, vitaminas para la piel, precisan cumplir un ciclo completo de renovación celular -28 días- para plasmar sus beneficios sobre la dermis. Son de gran ayuda cuando las condiciones óptimas de la piel se pierden por los cambios estacionales, los periodos de fatiga y estrés o las agresiones del sol, el frío o el viento.
Sus activos se encargan de redefinir volúmenes, reafirmar, tensar e iluminar el rostro, además de prevenir el envejecimiento y la caída de los tejidos.

4) Honrarás la protección solar
Emulsiones, espuma, aceites, cremas, geles y fluidos ayudan a gestionar la acción de los rayos solares sobre la piel. Una exposición solar intensa altera el ADN y la información que acoge el núcleo de las células puede mutar y trastocar el proceso de división celular.
Con un factor de protección adecuado al tipo de piel, se puede tomar el sol sin necesidad de renunciar a sus beneficios como la vitamina D, encargada de regular el paso del calcio a los huesos.

5) No matarás por comer
La psico-dieta sugiere tomar un respiro y tumbarse en el diván del psicoanalista, que ayudará a controlar las situaciones de ansiedad y a aprender a ver los alimentos con naturalidad.

6) No cometerás errores con el cabello
El cabello debe lucir con volumen, movimiento, brillo, luz y con aspecto sedoso, pero no siempre se consigue porque la gomina, cera, espuma, champú inadecuado y los agentes externos se empeñan en intoxicar la superficie capilar.
La nutrición, los masajes y la buena alimentación son los mejores aliados del bulbo piloso.

7) No robarás horas al sueño
Cuando se descansa bien, el rostro despierta envuelto en un halo de belleza difícil de igualar con maquillaje.
El sueño es una buena cura para la dermis, ya que durante el descanso las células se oxigenan al máximo.

8) No mentirás a tu piel
Ante el espejo, no debe mentir a la piel y cumplir con la rutina cotidiana de limpiar. La limpieza unida a la exfoliación semanal y las curas intensivas de las mascarillas, que durante unos minutos despliegan sus propiedades, aportan elasticidad y flexibilidad a la dermis, además de tonificarla e hidratar como se merece.

9) No consentirás la flacidez
La flacidez corporal es una consecuencia de los profundos cambios morfológicos que experimenta los tejidos y que están originados por el paso del tiempo y acentuados por algunas circunstancias adversas como la mala alimentación, el tabaquismo.
El envejecimiento natural implica una menor producción de colágeno y de elastina, así como una disminución de los fibroblastos, lo que produce el desplome la piel. La radiofrecuencia (calentamiento contralado de la dermis), la mesoterapia (administración intradérmica de sustancias homeopáticas), o la electroterapia muscular (contracción muscular involuntaria) son algunos de los tratamientos más efectivos para combatirla.

10) No codiciarás los cosméticos ajenos
Un error muy común es intercambiar los cosméticos entre parejas, madres e hijas o amigas, un hecho que provoca alteraciones de la dermis como manchas, rojeces o granitos. Cada piel tiene características y necesidades específicas que se tienen que satisfacer con un producto apropiado y propio.